01 de Abril 2022
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La escena es simple: personas molestas por revisiones de equipaje, o restricciones por tamaño y peso; es un escenario común en viajes a otros países, especialmente en aeropuertos y estaciones de bus. Por el contrario, yo aprendí a viajar ligero y práctico: feliz con tendencias minimalistas.
Quizá no te parezca evidente, pero existe una relación directa entre tu equipaje (cómo viajas), y tu personalidad. Posiblemente no lo notes al inicio, pero conforme viajas más y más: descubres que te liberas, y que también cambias al viajar adaptándote al entorno (si tú quieres).
Cuando viajas a la montaña, o volcanes, es más simple darte cuenta la cantidad de equipaje innecesario que llevas, especialmente porque aumenta el peso de tu mochila y eres tú quien debe cargar con ella. Este aprendizaje puede ser un poco más lento en viajes por la ciudad, especialmente por el factor "necedad", ya que muchos viajeros repiten los mismos errores una y otra vez. Muchas personas llevan varias toallas (enormes) a los hoteles, varios pares de zapatos, recipientes enormes con jabones, shampoo, cremas, etc. Y lo más increíble es que, luego de usarlos... vuelven a guardar todo en la misma maleta y cargar con cosas sucias todo el viaje.
Es simple, muchos hoteles ya te ofrecen esas comodidades y no es necesario que viajes con todo ese equipo. Existen varios problemas en estas situaciones:
- Llevas peso extra difícil de mover, y que complican tu equipaje.
- El peso puede significar pagar más durante el transporte.
- Posiblemente los productos que transportas impliquen problemas de salud y/o alergias que debes solucionar.
- O lo peor del caso, que todo esto es la burbuja que construyes alrededor de tu persona, misma que no te deja experimentar al mundo que te rodea y liberar aspectos de tu "complicada" personalidad.
Sí, complicada. No encontrarás a una persona simple y práctica con un equipaje complicado, tampoco encontrarás a una persona abierta a nuevas experiencias con un equipaje lleno de elementos innecesarios. Aquí es donde más destaca la importancia del minimalismo. Y déjame decirte que una persona complicada puede sufrir durante un viaje porque "se le olvidó una crema", un jabón, o una toalla.
¿Qué te parece esta habitación?
Es una cabaña acogedora y llena de color. El lugar es
Ram Tzul. He visitado muchos lugares como este en compañía de diversas personas de todo tipo de edades y les parece fascinante. Les gusta el espacio, los colores, las formas, el tamaño de las ventanas, etc. Y claro que hacen comentarios como "así quiero decorar mi cuarto".
Ahora
sorpréndete: cuando intentan que sus habitaciones se parezcan a la imagen que tanto les gustó, descubren que no quieren desprenderse de infinidad de cosas que no necesitan. Puede que sus habitaciones sean del mismo tamaño, pero el espacio está saturado, incluso hay casos donde para utilizar la cama... primero debes remover cojines enormes, varias almohadas que nunca se utilizan, y un edredón grueso que no es más que adorno.
Algunas personas sí se proponen habitaciones así, y lo logran. Pero con el paso del tiempo aparece un enorme mueble, un armario gigante, una televisión corpulenta, y de pronto desaparecen las ventanas. Comenzaron admirando la cantidad de luz que ingresaba por las ventanas, pero terminaron cerrándolas o cubriéndolas.
¿Qué es el minimalismo?
Se define como la eliminación de lo superfluo para concentrarse en lo esencial. Bien aplicado a viajar te ayuda a descubrir que menos es más, y que muchos de tus antiguos y presentes viajes tienen más para ofrecerte.
No es simplemente una forma de decorar, sus efectos se extienden como una forma de vida que rodea tu personalidad, y cómo interactúas con el mundo. Cuando viajas de forma minimalista puedes experimentar mucho más del mundo que te rodea, te dejas envolver por los lugares y experiencias. Es posible que, si eres una persona muy cerrada, esto te parezca radical y difícil. Puede que si lo intentas lo sientas así, pero con el tiempo descubres que tu personalidad también es flexible. Imagina cuántos extranjeros encuentran fascinante viajar en los buses de Guatemala, rodeados de gente y mercadería, para ellos es todo un atractivo viajar en los "chicken buses".
Viajar es como visitar una tienda de artesanías: gran parte de la experiencia es sorprenderte de lo que encontrarás, el ingenio de los artesanos para crear obras que no hubieras podido anticipar, o el ver combinaciones de colores que no hubieras considerado. Al mismo tiempo, las artesanías encierran belleza en su simpleza, en su minimalismo.
Sorpresas en tus viajes
Para un viajero inexperto, o con personalidad complicada, las sorpresas implican malas noticias y reacciones de estrés. Una persona flexible por el contrario, se adapta, o aprende formas de solventar lo que aparece en el camino.
Es común que los viajantes visiten lugares con algo específico en mente: ¡eso es bueno!, pero concentrarse en "ese" específico puede limitarte a no ver todo lo demás alrededor, desde comidas locales hasta lugares que ni siquiera imaginabas encontrar. Si realmente lo analizas, te das cuenta que viajar implica enormes aventuras y posibilidades, pero que si viajas con un solo objetivo en mente... puede que no veas todo lo que está alrededor, incluso puede que, el lugar especial que querías conocer esté cerrado el día de tu visita y eso arruina por completo tu viaje (si lo permites).
No es lo mismo visitar un lugar sin tu equipo completo, que visitarlo con una mentalidad incompleta
Considera darte la oportunidad: viaja alguna vez sin objetivo concreto, y sin preparar una gran mochila. Atrévete a viajar cont oda la disposición de descubrir qué te puede ofrecer el destino que visitas.
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