Las lejanas Ruinas de Candelaria

Se conservan restos estructurales y no posee imágenes en lo que queda de su fachada. Fue dañada severamente por los terremotos de 1717 y 1751. A pesar de haberse trabajado en su reconstrucción, fueron los terremotos de 1773 los que la afectarían gravemente por última vez dejándola en calidad de ruinas.

Los remanentes del templo han sido respetados y se conserva como ruinas de atractivo turístico, histórico y arquitectónico. Queda en pie una parte de su fachada, específicamente su torre izquierda y varias columnas de estilo salomónico, muy similar al templo que hoy en día está en pie en Jocotenango.

Es raramente incluida en los recorridos turísticos pero vale la pena visitar las ruinas y apreciarlas desde el frente (no se puede ingresar). Alrededor de dichas ruinas ha crecido la ocupación urbana y residencial. Se ubica sobre la Calle del Beaterío de Indias, accesible desde la Calle de Los Duelos, justo virando a la derecha al ingresa a La Antigua Guatemala.

Se fundó con categoría de ermita por el obispo Francisco Marroquín en 1548. Se finalizó en dos años y fue un pilar importante para la cristianización en la región. En el templo se impartían misas en lengua pipil hasta finales de 1690. La lengua pipil es en realidad el nahuatl, lengua proveniente de México y fue hablada por toltecas y descendientes. En Guatemala el pipil tuvo lugar pues gran parte de la conquista fue realizada por tropas españolas acompañadas de guías y colaboradores provenientes de México, de hecho en Guatemala existen diversos lugares con nombres derivados del nahuatl.