16 de Junio 2015
Recalcar sobre cuidar tu entorno nunca será suficiente. Esta laguna, antiguo espejo del azul del cielo, se encuentra en peligro por la contaminación de sus orillas y partes poco profundas.
Laguna de Lemoa a un costado de la carretera, en Quiché. Aún conserva suficiente belleza como para merecer ser visitada, de hecho, siempre lo merecerá, si no es para contemplar su atractivo natural, por lo menos para hacernos conciencia de que éstos tesoros naturales se encuentran en peligro. Se encuentra a un costado de la carretera, de fácil acceso y con área suficiente para comer en familia o tomar un descanso en tu viaje.
El paisaje es muy agradable, el clima es de fresco a frío y donde antes caminaban turistas para contemplar su belleza, ahora caminan decenas de pollos picoteando sus orillas. El peligro es inminente. Muchos son los lugares que como este, han pasado a ser pantanos, o bien, secados a propósito para convertirse en área de siembras. Lo peligroso de esto es que se le roba a la naturaleza un lugar donde se acumula agua potable, una parte escencial de cualquier ecosistema, y frecuentemente, por lo añadido artificialmente por el hombre, se impide que los mantos fréaticos sean realimentados. Esto no es más que las reservas de agua subterráneas.
Explorador
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