Viajeros y exploradores (introducción a la exploración 2 de 3)

15 de Julio 2015

En este mundo moderno aún sobreviven los viajeros y exploradores. De gran utilidad en el pasado ahora quizá resulten incómodos "atrapados en la ciudad" pero siempre con el deseo de internarse en bosques, selva, ríos, montaña. Los montañistas y exploradores prefieren más lejos y menos comodidades.

Los montañistas y exploradores prefieren más lejos y menos comodidades. Los viajeros somos personas distintas que disfrutamos modos de vida distintos pero siempre un afán por descubrir qué hay más allá, viajar, conocer, explorar.
Como hablamos en la primera parte, la vida de viajero y explorador tiene raíces ancestrales, y de hecho nace de programaciones biológicas y genéticas que nos hacen ir de un lugar a otro. 


Ahora podemos discutir del viajero en otro nivel: el que viaja por placer o costumbre e incluso forma de vida y aquel para quien viajar es una forma de vida. Hoy, frente a una computadora en cualquier profesión podemos encontrar viajeros esperando el fin de semana o vacaciones para internarse en la montaña, bosques, selva, etc. Algunos han encontrado profesiones donde mezclan perfectamente su modo de vida con el modo de ganarse la vida. Es un impulso fuerte, difícil de satisfacer y muchas veces incomprendido.

Para qué sufrir... dicen

Para muchos les resulta incomprensible cómo en este mundo moderno y con viajes placenteros, algunos (exploradores y montañistas) optan por viajes donde ponen a prueba su mente, resistencia y voluntad. No se trata de competencias, no se trata de sobresalir, es una necesidad humana natural.

Viajero, montañista, explorador

Este dilema y clasificación no es un tema nuevo, viene marcando el paso en la biología y en el campo de la psicología desde hace años: los exploradores, montañistas y el resto del mundo somos diferentes mental y físicamente. Podemos trazar muchos niveles pero nos quedaremos en tres: el viajero, el montañista y el explorador.

Básicamente el viajero viaja de cualquier forma, incluso por placer o como necesidad natural interna que lo lleva a todo tipo de sitios de baja dificultad, por decir así más urbanos. El montañista (trekker o incluso senderista) engloba a un grupo de personas más todo terreno, dispuestas a viajes poco cómodos pero en los que se desenvuelven muy bien. Este tipo de personas toleran tanto las ciudades como la montaña y entornos puramente naturales con poca afluencia de visitantes donde se requieren habilidades especiales para desplazarse y también resistencia física.

El explorador es como la élite de los viajeros. Comparte muchas características con el montañista pero el explorador está más especializado. El tipo de viajes que realiza son dignos de una competencia de aventura donde las condiciones son a veces poco amigables y requieren esfuerzo, voluntad y resistencia física. Adicionalmente sus viajes son de tipo exploratorio (valga la redundancia), es decir, buscar lugares nuevos. Este sería el que conserva más características afines con el nómada, tan literal incluso como moverse en grupos no tan numerosos y muchas veces aislado.

Tanto el montañista como el explorador son defensores, protectores y respetuosos de la naturaleza. Poseen experiencia en supervivencia y disciplinas diferentes como rescate, primeros auxilios, navegación, etc. Pero el explorador es un ser aparte que busca casi paralelamente la autosuficiencia a la par de la supervivencia. El explorador es dentro de la ciudad, el tipo de viajero más difícil de comprender. Continuaremos hablando del explorador en la tercera parte.

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