15 de Junio 2015
- Inicio
- Curiosidades
Subir montañas y volcanes requiere condición física pero más que todo voluntad. Con los años vamos aprendiendo que se sube con el corazón y confianza.
La mayoría de nuestros primeros ascensos se acompañaron de la clásica pregunta ¿ya vamos a llegar? o bien ¿cuánto falta?, especialmente si nuestra primera cima es un volcán de buen tamaño.
Con el paso del tiempo, si perseveramos, subiremos con mejor condición física, quizá sin sentir mayor esfuerzo. Es común concentrarse en ése aspecto aunque luego nos damos cuenta que falta enfatizar en la experiencia de subir... y así vamos aprendiendo a caminar y observar, cada quién a su ritmo. Incluso si dejamos de subir volcanes un buen tiempo descubriremos que aunque se pierde la condición física por falta de entrenamiento, no se pierde el 100%, algo siempre permanece y es la confianza de saber "ya hice esto una vez, estuve en estos senderos".
Y es que cuando falta voluntad gastamos más energía, por eso cuando confiamos en nuestros pasos podemos hacer recorridos más efectivos, sin malgastar energía, seguros en que el destino se encuentra a pocos pasos, y que cada tramo tiene su recompensa.
Igual que correr, igual que el ciclismo, el montañismo se hace primero con las piernas, luego con el corazón.
XplorandoGuatemala.com
Publicaciones relacionadas:
Lee más publicaciones de: Curiosidades