19 de Julio 2015
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Conocido mundialmente por su belleza y también por sus lugares de buena vida noctura y parranda, está pagando un alto precio por la afluencia de visitantes que llenan de basura sus playas y calles ensuciando el entorno natural. Cada región tiene temporadas altas de visitas, sin embargo Panajachel es visitado por una gran cantidad de gente durante Semana Santa, mucho más que los tradicionales fines de semana.
Esta fecha está marcada por parrandas y fiestas en varios lugares y significan un lleno total en la Calle Santander.
Pero el problema no es solamente la basura generada en las calles. La abundancia de visitas agota los hospedajes y muchos deciden pernoctar en carpas o a la interperie en las playas del lago.
Esto significa un paisaje de botellas y gente ebria al siguiente día deambulando torpemente en busca de alivio a los dolores de cabeza. Parrandear está bien, pero dejar todo tipo de basura en los alrededores y dejarla ahi para que la encuentren los siguientes visitantes no es algo alentador.
Muchas personas (nacionales, tristemente) ni conocen Guatemala, ni viajan y cuando lo hacen, dejan basura por doquier. Ni buenos turistas y mucho menos buenos guatemaltecos.
Es por eso más frecuente encontrar turistas extranjeros que evitan visitar los lugares cuando saben que serán inundados de locales pues sus costumbres y la forma en que abordan a las extranjeras les es molesto a quienes no buscan fiesta.
Es importante saber viajar y eliminar la mala fama existente sobre los mismos turistas locales y respetar que el turismo extranjero se ve afectado y esto tiene un impacto directo en la economía de los habitantes de la región, sin mencionar el entorno natural.
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