15 de Julio 2015
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Aguas claras, cristalinas, clima fresco y una caminata entre un verde valle. La catarata de El Desengaño es un premio para quienes deciden adentrarse en el corazón de Quiché.
Las cascadas nos roban el aliento. Son fuentes de vida que irrigan sus alrededores con la bendición de aguas frescas y atraen a diversas aves de brillantes colores. Este ha sido uno de los mejores viajes entre montañas y senderos de Quiché.
El recorrido comienza en Uspantán, alejándose de la ciudad por un camino rodeado de árboles hasta esconderse entre cerros y montañas. Todo el tramo es de terracería y son unos 45 minutos en auto, motocicleta o más en bicicleta de montaña.
La caminata inicia desde la casa del amable Don Mónico, quien vive a orillas del camino, a pocos metros del río y es antesala de la visita al Desengaño.
Cuenta diversas historias de antaño y lo importante que es explorar, buscar nuevos caminos y adentrarse en ellos porque es tiempo preciado de juventud que solo se vive una vez.
El aire en esta región es puro, el cielo azul de día y estrellado por la noche. El clima es de fresco a frío, al recién llegar sentí ése familiar escalofrío que me dice
no querrás irte de aquí y así fue, me gustó tanto que volveré.
Hacia el puente
Metros abajo de la casa de don Mónico se ve el puente que lleva años en la comunidad. Desde el mismo se nota ya lo cristalinio de las aguas que bajan de la montaña.
El camino y el río se alejan uno del otro por un momento para luego continuar de forma paralela.
En algunos tramos se ven claros del río y en otros hay que bucarlos. Las aguas pasan tranquilas bajo los frondosos árboles y el canto de aves de la región. Más adelante se encuentra una tienda y a pocos metros el cementerio. Junto a este se ve el sendero que baja por el valle, tiene 2 opciones, un descenso de dificultad baja al frente (ideal para personas mayores, requiere un poco de paciencia en unos tramos) y el otro sendero que baja por la izquierda, de mayor dificultad pero más aventurado.
La comunidad ha comenzado a trabajar en mejoras del sendero para hacerlo más accesible. El viento es fresco y la humedad es abundante, la sombra de los árboles hace olvidar el calor de verano.
Ya cerca se escucha la caída del agua, al fondo la cascada y al frente otra más pequeña. El agua es fría pero clara: cristalina. De inmediato la mente queda en blanco, los pensamientos parecen ser arrebatados por el agua que pasa hacia abajo del valle.
La poza
En la roca detrás de la cascada se forma una cueva que según cuenta don Mónico suele ser visitada por algunas golondrinas. La fuerza del agua ha ido formando una profunda poza que se viste de color turqueza.
Un trongo descansa sumergido, las claras aguas dejan ver todos los detalles. Todo queda atrás: no hay preocupaciones, no hay estrés, no hay historias tristes, todo es reflexión y tranquilidad.
Es uno de esos mágicos lugares que nos recuerdan que no somos nada entre la naturaleza, ni más grandes... simplemente parte de ella.
Cómo llegar a la Catarata de El Desengaño
Desde la Ciudad de Guatemala se debe llegar primero a Santa Cruz del Quiché por la Carretera Interamericana. Desde ahi se continúa hacia San Pedro Jocopilas, Sacapulas y Cunén hasta llegar a Uspantán.
Parte de Uspantán se encuentra en una ladera, es terreno empinado y aquí se debe busca la calle que sube por un tramo de terracería vecino El Pericón rumbo a una comunidad llamada Racán (no se molesten, no aparece en mapas, al menos no aún). La inclinación es prolongada y no hay desvíos. Dieciocho kilómetros llevan desde Uspantán hasta la casa de don Mónico. Se puede lelgar en auto de 4x4, FWD y auto sedán de buen motor y no sobrecargado.
Cómo prepararse, qué llevar, clima, etc.
El clima es principalmente fresco, de templado a frío. En las noches la temperatura baja aún más y la humedad lo hace más perceptible, hay que ir con ropa cómoda para el día y para el frío nocturno.
No hay hoteles ni hospedajes. Don Mónico ofrece un espacio en su cálido hogar al estilo turismo rural, consultar directamente con él. También se puede acampar en su propiedad llevando el equipo de camping correspondiente, en ambos casos llevar sleeping bags.
Ideal para desintoxicarse
No hay teléfono ni señal de celular. Aconsejable llevar comida y agua potable embotellada aunque existen tiendas a 1 y 2 kilómetros de distancia. También se puede pagar para disfrutar de una cena hogareña rural (todo esto se debe consultar en el momento con don Mónico).
Vale la pena la aventura y la amabilidad de los Quichelentes Uspantecos nos hace recordar a todos los de la ciudad: que podemos ser mejores personas. La naturaleza y las comunidades rurales siempre nos contagian de cosas positivas.
Héctor Roldán
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