02 de Agosto 2015
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Nadar, pescar, o sencillamente... flotar... este destino es sumamente tranquilo. Frecuentemente pequeñas embarcaciones privadas ingresan para disfrutar del silencio y refrescarse en sus aguas.
La tranquilidad es tal, y sus aguas tan cristalinas, que nadar se puede quedar como una buena intención... y convertirse en un indescriptible deseo de descansar en sus aguas. No es mala idea llevar snorkel para una mejor experiencia.
Ubicado a unos minutos en lancha de Playa Blanca, en el departamento de Izabal, es un destino visitado por lo bien que se presta para la pesca, descanso y el nado.
Para llegar se toma la Carretera al Atlántico, siguiendo las indiciaciones hacia Puerto Barrios, luego dirigirse hacia Río Dulce, y viajar en lancha directamente desde ahi o bien hacer una escala en Livingston.
Cocolí se encuentra totalmente lleno de manglares, es un excelente lugar para el desove y por tanto, presencia abundante de peces. No tiene corrientes fuertes, es totalmente apacible. Sus aguas son limpias y claras. El reflejo de la vegetación hace que en sus partes profundas parezca turqueza, sin embargo en las orillas es posible observar el fondo rocoso sin problemas.
Los lancheros locales lo recomiendan como un lugar de pesca pero no fue posible encontrar facilidades de equipo, se recomienda ir preparado con el mismo. Para llegar es necesario un poco de paciencia por estar alejado de Río Dulce. Es necesario tomar una lancha, pasar por Livingston y luego finalmente a Cocolí.
Dada la riqueza de lugares, se recomienda visitar los demás atractivos cercanos para sacar provecho del viaje, como Siete Altares, Playa Blanca, el Castillo de San Felipe y Finca El Paraíso entre otros.
Encuentra detalles de estos otros destinos en esta misma web.
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