29 de Junio 2015
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El ser humano puede sobrevivir mucho tiempo sin alimentos, pues tenemos reservas energéticas en forma de grasa y otras formas, pero no podemos sobrevivir sin agua más que un par de días.
Si te la pasas encerrado viendo televisión, es difícil comprender cuánta agua necesita tu cuerpo y podrías considerar que es poca. Pero cuando se hace deporte, los recorridos tienen un precio: la deshidratación. Tu cuerpo consume combustible y se calienta, para ello, el sudor se encarga de mantener la temperatura de tus músculos a cierto nivel. Esta agua se evapora inevitablemente.
Si hay calor y mucho sol, quitarte la playera te refresca pero a un alto costo: mayor evaporación de agua, y por tanto, mayor deshidratación.
La regla de oro
Toma agua antes de que sientas sed. Con el tiempo aprenderás a medir tus necesidades y a medir cuánta agua debes llevar a tus excursiones. De igual manera, cuánto consumir a cada momento. Los esfuerzos físicos prolongados te deshidratan más y si no te recuperas, comenzarás a sentir los efectos dramáticos. Para estar hidratado, respeta esto: si tienes sed y la boca seca, ya te estás deshidratando.
Parece mínimo pero así es. Recuerda que en cuanto tienes estos síntomas, tomar agua no te cura instantáneamente, pues el líquido debe recorrer tu organismo antes de ser incorporado al mismo.
Minerales y sales
Para esfuerzos muy prolongados, el agua pura no basta, y tomarla en grandes cantidades solo te “empanzará”, pues resulta que tu organismo evapora más agua de la que incorpora. Para ello podés recurrir a bebidas hidratantes, o suplementos en polvo. Estos ayudan aincorporar los líquidos a tu cuerpo.
Calambres
Es frecuente que en los esfuerzos realizados durante mucho tiempo, por ejemplo, al subir un volcán, no solamente te deshidrates, sino que comiences a experimentar entumecimientos o calambres. Tomar más agua no ayuda mucho, pues lo que necesitas es recuperar tus niveles de potasio y sodio. Para ello las bebidas hidratantes o sueros son ideales.
No son jugos
Las bebidas hidratantes no son jugos que podés tomar a cada rato o cuando no hacés deporte. Son una fuerte carga de minerales y sales, además de químicos que ayudan a incorporar el agua rápidamente. El ingerir estas bebidas sin necesidad, pone a trabajar de más tu hígado y riñones.
Cuida el agua, vale más que el oro
El agua puede ser fuente de peleas si no hay suficiente. En la montaña abundan las historias de grupos que se pierden o que no llevan lo suficiente. En lo personal ya he vivido lo que es que se quieran tomar tu agua porque no llevaron suficiente y falta mucho por recorrer, y la amabilidad se acaba.
Hay libros incluso, donde se relatan las historias de gente que se ha peleado por el agua, incluso en el mar (pues el agua salada te da diarrea, y la sal te hace retener líquidos e inflarte). Juntar un poco de agua potable es difícil, no como en las películas, que cuando llueve, fácilmente llenas un recipiente. En la experiencia toma mucho tiempo. Mantente hidratado.
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