El templo se encuentra en calidad de ruinas turísticas y solo se puede apreciar por fuera. La iglesia fue fundada por Fran Francisco Ibarra. Aunque su fachada muestra deterioro es bastante atractiva y solamente una de las imágenes del frente evidencia daños mayores mientras las otras muestran sus detalles casi intactos, especialmente San Agustín.
Historia
Encontró resistencia a su fundación al igual que otras edificaciones (se rechazaron las peticiones y trámite de permisos para su cración) y sufrió la misma suerte que el resto de iglesias que se dañaron con los terremotos de 1717, 1751 y 1773. Bajo su techo sus muros contaban con hermosas y valiosas pinturas. Su altar era una finísima obra de arte pero todo quedó reducido a ruinas, el templo no está abierto al público.
Su ubicación fue tema de discusión a la fecha de su fundación pues se trata de un barrio de naturaleza pobre. Tras los terremotos que forzaron a la migración de la Ciudad (y con ello el abandono de múltiples templos), lo que quedó de San Agustín fue utilizado como establo.
Sin embargo su belleza inspira paz y encaja perfectamente con la atmósfera de su ubicación, un sector cercano al Parque Central pero aislado del bullicio. Un detalle curioso y para muchos controversial es la señal de "alto" que se colocara directamente en su muro.