16 de Junio 2015
Alta Verapaz, Huehuetenango y Quiché cuentan con áreas de características geológicas similares y particulares que hacen que encontrar cuevas no sea problema. En esta ocasión visitamos un lugar que invita a regresar por la diversidad de actividades que se pueden realizar en las cercanías.
El viaje inició como de costumbre… la llamada de uno de los del equipo contando de un lugar interesante. En cuestión de minutos llamada tras llamada para concretar con los demás, poner fecha y listo. Estábamos apuntados esta vez solamente tres, Julio, Manuel y yo (Héctor). El viaje valió la pena y visitamos Jul Ik (Jul Iq según algunos locales) y Bombil Pek, ambas cuevas… pero en esta ocasión hablaremos solamente de Bombil Pek y dejaremos Jul Ik para otra nota pues ambas lo ameritan.
Salimos sábado por la tarde con nuestras mochilas, cuerdas, harnesses, mosquetones y demás esperando encontrar algún lugar apto para escalada. Queríamos visitar de nuevo Lanquín pero el tiempo no nos alcanzó como queríamos... Llegamos a Cobán a las 19:00 horas y como viajeros empedernidos, nuestra única parada fue en una gasolinera y seguimos la noche manejando por el trayecto que lleva a Chisec. Fueron más de 300 kilómetros de un tirón desde la capital y llegamos a nuestro destino ya tarde. Nuestras únicas indicaciones como siempre eran los nombres de los lugares, el conocimiento de en qué departamento queda y… sólo…
Camino hacia las cuevas, vista parcial de la entrada y formaciones propias de la cueva. Sencillo… debes tomar la carretera al Atlántico y manejar hasta las cercanías del "Rancho", precisamente antes encontrarás un obvio señalamiento hacia Cobán Alta Verapaz. Te menciono El Rancho pues es un buen lugar para deternerse a comprar comida, agua y demás. Al llegar a Cobán, justo en la entrada, pasando la gasolinera que queda del lado izquierdo y justo antes del nuevo centro comercial, encontrarás el cruce hacia Chisec. Desde ahi hay que manejar sin desvíos. Si estás frente al centro comercial, ya pasaste el cruce, pregunta en caso de duda, te guiarán con gusto.
Al llegar a Chisec encontrarás la señalización propia, minutos adelante encontrarás el parqueo techado de tu lado izquierdo y a la derecha verás el camino de la fotografía.
La vista del techo de la cueva es impresionante en el momento de descender. A la mañana siguiente después de desayunar bien, salimos a primera hora por el camino que el dueño de la finca permite transitar para llegar a Jul Ik, una cueva interesante que discutiremos en otra nota. Como es propiedad privada, el camino es peculiar pues es estrecho y totalmente cercado. Encontramos un par de formaciones rocosas interesantes pero quebradizas, sin mencionar las abejas circundantes… decidimos saltar este sitio y seguir para la cueva sin darnos el gusto de escalar.
Encontramos que los caminos se dividían. Ambos caminos llevan directo al borde de un agujero en el suelo de no más de 150 metros de diámetro. Uno de los caminos lleva a una rústica escalera de madera que lleva a la base y de ahi se camina hacia la entrada de la cueva. Al ver esto decidimos "tomar las escaleras y bajar despacito para no rasparnos"… NEGATIVO. Inmediatamente tomamos el camino que lleva directo al techo de la cueva con una caída vertical de talvez 60 metros. Descargamos el equipo, se colocaron las reuniones y anclajes para el descenso con sistema redundante, ecualizado y listo… bueno, en realidad no es tan sencillo y aquí viene la tradicional advertencia.
Teníamos cuerdas de 50 metros y eran insuficientes, así que se ataron dos con un nudo pescador doble y se realizó un sistema de anclaje para asegurar desde arriba propiamente ecualizado, esto significa que se utilizan varios puntos de seguro que soportan una carga repartida. Es redundante pues si falla uno, quedan otros y pues… "no te mueres".
Ingreso al sistema de cuevas, Manuel, Julio y Héctor en secuencia. Caminamos y nos adentramos en la cueva cuyo nombre significa "Piedra Sagrada", observamos interesantes formaciones sedimentarias y mineralizadas como estalactitas. Ahi se encuentra grandes bloques de roca formada con el tiempo. Es bastante grande y observar hacia su entrada da una buena impresión pues se aprecia la escala comparativa de las personas con semejante entrada de luz.
Buscamos si había alguna forma de seguir avanzando y precisamente la hay. Luego de un camino hacia arriba se encuentra un diminuto agujero que constituye la entrada al sistema de cuevas. Al darnos cuenta de esto dudamos si cabíamos, que si esto, que si aquello… en fin, ya íbamos hacia dentro. Es necesario acostarse y pasar un brazo estirado mientras te arrastrás para pasar por el "tunelito". Al salir, continuamos adentrándonos en los corredores de la cueva encontrando las formaciones naturales de la misma.
Entrar muy rápido y resbalar al salir de este agujero significa seguir de largo hacia un corte brusco en la roca. Luego de unos minutos alcanzamos otro tope, más bien otro pasaje igual al anterior donde era necesario escurrirse para poder pasar.
Este era diferente por una sencilla razón… al salir del otro lado, se encuentra una pequeña repisa, es más bien una superficie que podríamos considear como una pequeña "banqueta" por decir... donde te podés sentar y contemplar hacia abajo una caída de la cual no pudimos medir su fondo.
Calculamos como mínimo unos 25 metros pero es seguro que sigue, quedamos con el interés de descender. Al frente se ven formaciones rocosas bastante grandes y a la izquierda supuestas antiguas pinturas mayas.
La técnica de dejar caer un objeto no se prestaba para el caso para medir la altura, debido al eco, la oscuridad, y que en una cueva se debe tener especial cuidado. Las cuevas están "vivas" por decirlo así. Y lo que hagas puede afectarlas, como por ejemplo, NO debes tocar las estalactitas o estalagmitas pues dejarán de crecer y habrás arruinado algo que lleva miles de años en formación.
Explorador
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