16 de Junio 2015
Curioso nombre para una fascinante cueva. Inundada de agua desde su entrada, ofrece un recorrido aventurado y lleno de emoción hasta las pozas finales, desde las cuales, para continuar, es necesario nadar bajo el agua y alcanzar así las cámaras que continúan adentrándose en la tierra.
Al visitar Poptún, Petén, vale la pena darle una visita a Finca Ixobel, cuyo letrero de entrada se divisa desde la carretera. Visitada por muchos turistas extranjeros y viajeros nacionales, es un área natural con hospedaje, restaurante buffete y un gran área de camping.
Kilómetros adentro, desde los senderos posteriores de la finca, se comienza un recorrido dirigido que promete y cumple toda la premisa de aventura refrescante en la oscuridad. El calor en el área se hace sentir con fuerza en el camino hacia La Cueva de las Dos Horas... Un curioso nombre que refleja el tiempo necesario aproximado para llegar a una cueva llena de agua.Luego de un buen tramo comenzamos a internarnos entre la vegetación, la cual provee de instantes refrescantes en aquel caluroso clima, no faltando quienes pregunten por la temperatura del agua, y al escuchar que es fria, prometen sambullirse sin demoras.
La sencilla y tímida entrada escondida no refleja toda la emoción y belleza que encierra la cueva, pero el sonido del agua alegra a cualquiera que llegue finalmente.
Entrada de la Cueva de las Dos Horas en Finca Ixobel. Las paredes rocosas, lisas y cristalinas rodeaban todo el panorama, el agua dejaba ver el fondo de los corredores que recorríamos.
Todo era sumamente emocionante y finalmente llegamos al primero de varios tramos en los cuales era necesario nadar... ya el suelo rocoso no se veía por más que se alumbrara... Un par de escalofríos al sumergirse totalmente y a continuar... Para quienes no saben nadar no debe de haber ningún temor, pues el salvavidas provee una gran comodidad, permitiendo disfrutar del recorrido acostados, flotando sin problemas.
El suelo es en su mayoría liso por efecto del desgaste provocado por las corrientes de agua, pero se recomienda llevar chancletas o algún tipo de zapato cómodo, pues algunas partes o son demasiado lisas, o tienen salientes que pueden ser cortantes. Lamentablemente la oscuridad total dificulta la fotografía, y como todo aficionado a cuevas sabrá, la humedad es tan alta en el ambiente que la luz del flash se disipa impidiendo que ilumine eficazmente los objetos...
Al llegar al final del recorrido encontramos varias cascadas subterráneas que son todo un expectáculo, igualmente unas pozas de gran tamaño a las cuales se puede saltar desde trampolines naturales. Fue aquí donde nos detuvimos pues para continuar, es necesario sumergirse y nadar bajo el agua y la roca (lo cual es sumamente peligroso) para alcanzar del otro lado, recámaras totalmente separadas que se siguen adentrando.
No falta quién se anime a continuar, pero es necesario tener en cuenta que en estos casos la ventilación y oxigenación es mucho menor.
Fue en esta parte donde inspeccionando las pozas cristalinas presenciamos el nado saltarín de camarones semitransparentes que se mueven a toda velocidad cuando se intenta acercarse a ellos.
Sin duda alguna es un viaje que vale la pena realizar para tus próximas vacaciones o un fin de semana libre. Te recomiendo no olvides tu cámara de fotos pues en el recorrido de la finca hacia la cueva, es posible presenciar bellezas como esta, una tímida serpiente descansando entre las rocas a las orilla del camino.
Es importante evitar las chancletas o sandalias por tu propia comodidad pues el área está llena de vida y no te gustaría ser picado por algún insecto mientras caminas, se recomienda zapato cerrado, lentes de sol, bloqueador solar, repelente y gorra.
No olvides llevar suficiente agua pues el calor es sumamente intenso cuando el cielo está despejado.
Explorador
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