16 de Julio 2019
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En tiempos coloniales no existía asfalto en las avenidas, no todas las calles estaban empedradas y los parques más importantes eran puntos clave para socializar e inicialmente comerciar. Con el paso del tiempo se modificó la plataforma de los parques para permitir caminar independientemente de los zapatos o atuendos que se llevara: sean vestidos suntuosos o trajes elegantes de la alta sociedad.
Arte y color
El trazo de las ciudades de antaño giraba alrededor del Parque Central y los edificios de gobierno se encontraban prácticamente en los cuatro puntos cardinales: iglesia, gobierno, municipalidad y comercio eran los comunes. Y los parques eran portadores de arte, esculturas, monumentos y fuentes a la altura de la sociedad a la que se integraba.
Resalta como un ícono en Guatemala la Fuente de Las Sirenas, que data de 1737, diseñada por Diego de Porres. Posteriormente fue restaurada en 1949 por Rodolfo Galeotti Torres, reconocido escultor guatemalteco nacido en Quetzaltenango, autor de obras que adornan tanto la Ciudad de Guatemala, Quetzaltenango y
Cobán.
Espectáculo de temporadas
Al presente, el Parque Central de La Antigua Guatemala es sede de eventos culturales, tours históricos y encuentros entre viajeros de todas las nacionalidades. Durante fechas especiales se enciende la iluminación que varía en colores y temáticas, así como la decoración que se designe para épocas clave como Navidad, Fin de Año, Independencia y festejos religiosos.
Las bancas a la sombra de los árboles son el punto ideal para entretenerse y conocer gente de todas las nacionalidades. Aquí pasean fotógrafos, viajeros, cantantes, músicos y curiosos. Con frecuencia el ambiente es alegrado por grupos musicales improvisados (pero de calidad impresionante) formados por músicos locales, folclóricos y extranjeros.
Los vendedores de telas típicas y algunas artesanías suelen aprovechar para ofrecer sus mercancías.
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