21 de Enero 2020
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Es de los templos con fachadas más ricamente decoradas incluyendo color, detalles e imágenes propias que exalta la escena de la natividad (el nacimiento de Jesucristo). Existen descripciones en literatura arquitectónica calificando la fachada como austera, puede deberse a un efecto simple del trabajo bien hecho que resulta en una obra de arte pues el Hermano Pedro simpatizaba con lo modesto y humilde, para nada ostentoso.
Historia del Templo de Belén
El Hermano Pedro José de Betancourt deseaba la construcción de un hospital para convalecientes y solicitó al Ayuntamiento que cediera una parte de terreno, el área en cuestión fue la antiguamente ocupada por el Prado de Las Lecheras, también conocido como "El Llano del Matadero".
La construcción tomó lugar luego de los permisos correspondientes. El Hermano Pedro era un hombre piadoso y humilde que contó con el apoyo y simpatía de numerosos ocupantes de la ciudad colonial. Destaca entre tantas historias Rodrigo Arias de Maldonado, quien recibiría un título de la nobleza pero decidió rechazarlo para seguir al Hermano Pedro, convirtiéndose en Fray de la Cruz, mismo personaje que luego ocupó el lugar de prelado de la congregación.
Detalles arquitectónicos
La parte alta y central muestra imágenes del Niño Dios rodeado en adoración. El tema de la Sagrada Familia y la Natividad fueron recurrentes con el Hermano Pedro quien resaltó la figura completa de la familia. El templo se encuentra ubicado sobre la Calle del Santo Hermano Pedro al borde del casco urbano de La Antigua Guatemala, a unas nueve cuadras al suroeste del Parque Central. Se fundó en 1666 y con una dedicada vocación de atención a los enfermos. En 1860 aproximadamente el área fue ocupada por monjes capuchinos, y luego por un aserradero.
Es en sí un cuadro arquitectónico digno de admirar. Contiguo se encuentra el parque correspondiente con una estatua homenaje al Hermano Pedro, y al frente
la Posada de Belén, un sitio para retiros religiosos que ocupa lo que fue el área de
Convento y Hospital de Convalecientes de Nuestra Señora de Belén. Al presente, el lugar está a cargo del Instituto de Hermanas Bethlemitas.
El parque al frente cuenta con bancas para el descanso y una imagen del Hermano Pedro, quien vivía precisamente sobre esa calle. Es un excelente punto para visitar el pasado colonial de la ciudad, contemplación o lectura. El templo se mantiene en pie hasta la fecha y se realizan obras de restauración para su cuidado.
Lamentablemente la vista de la fachada se ve invadida por cableados que le roban protagonismo y encuadre.
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